Cuarta especie (Síncopa)

Síncopas contra redonda

El ejercicio consiste en crear contraposiciones con blancas sincopadas que se mueven de la parte débil a la fuerte del compás, manteniendo un valor total de redonda para cada redonda del Cantus Firmus (C.F.).

• Si el C.F. está en la voz inferior, se debe comenzar en unísono, octava o quinta.
• Si el C.F. está en la voz superior, se debe comenzar en unísono u octava.
• Siempre se debe finalizar en octava o en unísono.
• La última nota del ejercicio será siempre una redonda.

La síncopa puede presentarse de dos formas dependiendo de cómo se extienda: como una nota real o como un retardo. Es decir, la primera mitad de la síncopa (la segunda blanca del compás) siempre será consonante. La segunda mitad de la síncopa (la primera blanca del compás) puede ser real, comportándose como las consonancias de la segunda especie, o ser un retardo, en cuyo caso deberá resolverse descendiendo de grado.

La opción de extender una síncopa sobre una nota real siempre implica un salto. Nunca es adecuado que, tras una síncopa, se produzca un ascenso de grado. En cambio, cuando se extiende una síncopa sobre una nota no real, siempre debe seguir un descenso de grado. El retardo nunca puede resolverse de otra manera.

Aquí se muestran algunos ejemplos de finales, tanto para el C.F. en voz superior como en voz inferior.

Debido a la dificultad para enlazar los retardos, se permite interrumpir la serie de síncopas solo una vez, sustituyéndola, si es necesario, por la segunda especie, es decir, por blancas sin ligar. Hay otra interrupción, que es obligatoria, que ocurre al final del ejercicio. Para evitar dos interrupciones consecutivas, no se debe interrumpir el flujo de síncopas justo en el penúltimo compás.

Las quintas y octavas afectan de la misma manera que en especies anteriores. En cuanto al retardo, se maneja de manera similar al floreo: no se debe situar por debajo de la nota retardada ni se debe retardar el unísono.

Dado que los grados conjuntos solo se pueden dar en sentido descendente, se elimina la restricción de tener más de tres quintas o sextas consecutivas entre las consonancias de ambas voces.

Estrategias de realización

Las síncopas tienen un único enfoque para crear melodías: encadenar la mayor cantidad posible de retardos. Si recurrimos excesivamente a las notas reales, la melodía se verá llena de saltos. Por lo tanto, es crucial encontrar la mejor posición desde la que se puedan enlazar varios retardos, y luego, saltar a otra posición para repetir una nueva secuencia de retardos.

Cuando las síncopas están en la voz inferior, puede ser conveniente usar un salto de octava siempre que sea posible y adecuado.

Dado que los grados conjuntos son siempre descendentes, es preferible preparar la posición en una zona aguda que facilite el descenso, en lugar de comenzar una serie de retardos desde una posición grave.

Ejemplos de cuarta especie

Conclusiones

En conclusión, el ejercicio de crear contraposiciones con blancas sincopadas requiere una atención meticulosa a las reglas establecidas para asegurar una composición armónica y coherente. Al trabajar con un Cantus Firmus (C.F.), es fundamental considerar su posición en la voz para determinar la correcta elección de intervalos iniciales y finales, asegurando siempre que la pieza comience y termine en unísono u octava para mantener la estabilidad armónica. La sincronización de las blancas sincopadas, ya sea como nota real o como retardo, debe ser manejada cuidadosamente para mantener la consonancia en la primera mitad de la síncopa, mientras que la segunda mitad se puede adaptar a la necesidad armónica del contexto. Además, el valor total de redonda para cada redonda del C.F. debe ser preservado, y la última nota del ejercicio debe siempre ser una redonda para concluir de manera firme y resolutiva. Siguiendo estas directrices, se logra una contraposición que respeta las normas del contrapunto mientras explora la riqueza de las sincopas.