Blanca contra redonda
El ejercicio consiste en colocar dos blancas en cada redonda del Cantus Firmus (C.F.).
- La primera nota de cada compás debe ser consonante.
- La segunda nota puede ser consonante o una nota de adorno. En este caso, solo se pueden usar notas de paso o floreo.
- Si el C.F. está en la voz inferior, se debe comenzar en unísono, octava o quinta.
- Si el C.F. está en la voz superior, se debe comenzar en unísono u octava.
- En ambos casos, se debe finalizar en unísono u octava.
- La última nota del ejercicio siempre debe ser otra redonda.
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Al estudiar las diferentes formas de finalizar con el C.F. en la voz inferior, notamos que, excepto una opción, las demás son o muy forzadas o inviables.
Existe por ello un final alternativo, que utiliza figuras de la 4ª especie. Se trata de crear un retardo sobre la tónica antes de la resolución:
También se puede usar si el C.F. se sitúa en la voz superior. Para este caso aquí se muestran algunos de los finales posibles:
Las quintas y octavas entre consonancias están prohibidas, a menos que estén separadas por más de un compás. Si una de las notas que forman las quintas no es real, se permite la quinta dentro de esa distancia de un compás, siempre y cuando no sean eminentemente consecutivas.
Estrategias de realización
Las notas blancas tienen una movilidad particular. Si no se tiene cuidado, la línea melódica puede llenarse de saltos. Para evitar esto, es recomendable favorecer la transición a consonancias que permitan una línea melódica con grados conjuntos. Esto se refiere específicamente al ascenso o descenso de terceras, o al floreo hacia arriba o hacia abajo a partir de la nota inicial.
Si observamos con cuidado, la segunda blanca del compás solo será consonante si se produce un salto; o dicho de otra manera, un salto implica que ambas notas deben ser reales. Dado que la primera blanca del compás es necesariamente una nota real, deberíamos evitar, en la medida de lo posible, saltar hacia la primera blanca del compás. Esto se debe a que, antes de este salto, no se podrá realizar un grado conjunto, lo que resultará en la acumulación de demasiados saltos.
Ejemplo de segunda especie
Conclusión
Al realizar la composición contrapuntística con el Cantus Firmus, es fundamental seguir ciertas reglas para asegurar la correcta concordancia y estructura musical. Estas reglas incluyen la consonancia en las notas iniciales y finales de cada compás, el uso restringido de notas adornativas, y el inicio y final de la contrapunto en posiciones específicas respecto al Cantus Firmus, ya sea en unísono, octava o quinta. Además, se destaca que, cuando el Cantus Firmus está en la voz inferior, la mayoría de las opciones para el final son inapropiadas o forzadas, exceptuando una posibilidad viable.