Primera especie (nota contra nota)

Redonda contra redonda

Consiste en contrastar cada nota redonda del Cantus Firmus con una nota redonda en la contrapunto.

• Todas las notas deben ser consonantes; no se deben usar pasos o adornos.
• Si el Cantus Firmus está en la voz inferior, se debe comenzar en unísono, octava o quinta.
• Si el Cantus Firmus está en la voz superior, se debe comenzar en unísono u octava.
• En ambos casos, se debe finalizar en unísono u octava.
• Las voces utilizadas deben ser adyacentes (soprano y contralto, tenor y contralto, etc.).

Dado que el Cantus Firmus suele terminar con un grado conjunto descendente hacia la tónica, hay pocas opciones para finalizar el ejercicio. Si el Cantus Firmus está en la voz inferior, se puede usar armonía de II grado en el penúltimo compás en lugar de la única opción sobre la dominante, que es el VII grado en inversión.

Si el C.F. se sitúa en la voz superior, el penúltimo compás se realizará siempre sobre V, ya sea en estado fundamental o en primera inversión:

Las piezas redondas tienen una movilidad limitada, pero se destacan por su capacidad para conectar con facilidad mediante grados conjuntos, a diferencia de otras especies. Es crucial encontrar el lugar adecuado para efectuar saltos en el momento adecuado, lo cual permitirá realizar varios grados conjuntos posteriormente.

Ejemplos de primera especie

Conclusión

En conclusión, para la correcta realización del ejercicio con el C.F., es esencial mantener la consonancia en todas las notas y seguir las directrices establecidas para el comienzo y la finalización de las voces. La elección de las voces consecutivas y el manejo de los acordes en el penúltimo compás varía según la ubicación del C.F., ya sea en la voz inferior o superior. Las redondas, a pesar de su movilidad limitada, facilitan la conexión mediante grados conjuntos, lo que destaca la importancia de elegir estratégicamente el momento para los saltos y la realización de grados conjuntos.